Señor Jesús Hijo de Dios vivo, ten misericordia de mi, que soy un pobre pecador.

SI A LA VIDA

SI A LA VIDA
NO al aborto

EN QUE CREEMOS

Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su Único hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracias del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos. subió a los cielos, y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.

lunes, 31 de mayo de 2010
Antes que cualquier gesto o acción, para poder celebrar bien la misa tengo que disponerme a estar un tiempo en ese lugar, dejan­do de lado todos los demás proyectos. Vivi­mos en un mundo agitado, pero no debería­mos ceder a esa incapacidad de estar un rato tranquilos en un mismo lugar. Es difícil estar mucho tiempo quietos mirando un paisaje. Hay una ansiedad que nos domina y no nos permite disfrutar con profundidad. Somos esclavos de una prisa interior que a veces pro­duce cosquillas en el cuerpo.
Hoy nada se disfruta a fondo ni se pro­fundiza. Estamos en un tiempo de demasia­da velocidad, necesitamos todo rápido, no soportamos esperar algo. Todo tiene que ser inmediato, y pasamos de una cosa a otra en una permanente aceleración.

Por eso se nos hace tan difícil estar una hora en la misa serenos, aceptando que vayan  llegando los distintos momentos, y que o suceda a su tiempo. El problema no es la misa, el problema somos nosotros.

La clave para superar esta enfermedad está en aprender a vivir el presente, entregarse a cada cosa como si fuera lo único en el mundo, aceptar vivir todo a su tiempo. Si ahora toca esto, se vive esto y nada más. continuar leyendo

    

0 comentarios:

ACTO DE ENTREGA A DIOS

Toma, Señor, y recibe mi libertad, mi memoria, mí entendimiento y toda mi voluntad, todo mi haber y mi poseer. Tú me lo diste, a Ti, Señor, lo torno; todo es tuyo; dispón de ello conforme a tu voluntad. Dame tu amor y gracia, que esto me baste.

Visitantes

Escriben

Seguidores