Señor Jesús Hijo de Dios vivo, ten misericordia de mi, que soy un pobre pecador.

SI A LA VIDA

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NO al aborto

EN QUE CREEMOS

Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su Único hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracias del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos. subió a los cielos, y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.

viernes, 6 de agosto de 2010
• A. Los comienzos.
• B. Después de Moisés.

Antes de Cristo, la historia de la religión católica coincide con la del pueblo judío, y se encuentra en los libros de la Biblia que forman el antiguo testamento.

A. Los comienzos

1. ¿Antes del mundo? Antes del mundo sólo existía Dios. Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo vivían eternamente felices. Y no había nada más, ni estrellas, ni planetas, ni animales, ni ángeles. Nada más. ¿Y qué hacían las tres personas divinas? Podemos decir que su actividad eterna era conocerse y amarse. Intercambiaban ideas y cariño, conversaban.

2. ¿Cómo empezó el mundo? En el principio creó Dios el cielo y la tierra. La Biblia narra la creación en seis períodos que llama días (es un modo de explicarlo, que nada se opone al big bang). El día séptimo cesó Dios de crear, y más tarde el Señor destinó este día a que fuese santificado y dedicado a Él.

3. ¿Qué creó primero? Probablemente Dios creó primero a los ángeles, que son seres espirituales de inteligencia y voluntad muy perfectas. Con su entendimiento poderoso conocen la verdad con agilidad y precisión. Con su fuerte voluntad toman decisiones y las cumplen sin fallar.

4. La prueba de los ángeles.- la bondad de Dios no se conformó con los dones que les otorgó. Quiso que los ángeles participaran de la divinidad y encontraran sitio en la familia divina. Y el Señor decidió que este gran tesoro no fuera obligatorio sino que lo ganaran en parte con sus méritos superando una prueba. Entonces:

o Muchos de estos espíritus permanecieron fieles a Dios y fueron premiados con la eterna felicidad de la gloria. Son los ángeles.
o Pero otros muchos rechazaron a Dios. Despreciaron el amor divino, y prefirieron su propia soberbia, el orgullo de ser independientes del Señor, como si no fueran criaturas. En consecuencia quedaron apartados de Dios y así surgió el infierno. Son los demonios.

5. ¿Y los hombres? Dios creó al hombre a su imagen y semejanza infundiéndole un alma inmortal. El primer hombre se llamó Adán y Dios le colocó en un lugar delicioso: el paraíso terrenal. Luego creó a la mujer, Eva. Además, el Señor les otorgó una participación de la vida divina -gracia-. El hombre no sufría, ni tenía enfermedades, ni moriría. Gozaba de armonía consigo mismo, con el Creador, entre hombre y mujer, y con la Creación.

6. La prueba del hombre.- Como en el caso de los ángeles, el Señor también quiso que el hombre aceptara libremente el amor divino y se ganara el cielo. El demonio, envidioso de su felicidad, les tentó, y el hombre desconfió de su Creador, quiso ser como Dios independiente de Él y desobedeció al Señor. Así Adán y Eva perdieron, para sí y para sus descendientes, la santidad inicial -la gracia- y otros dones. La naturaleza humana, sin estar corrompida, quedó herida en sus fuerzas, sometida a la ignorancia, al sufrimiento y a la muerte, e inclinada al pecado. Así para obrar bien hay que esforzarse superando la inclinación al mal. A esta situación en que todos nacemos se le llama pecado original.

7. Promesa de un Salvador.- Adán y Eva quedaron apartados de Dios y expulsados del paraíso, pero Dios no desamparó a los hombres sino que prometió un Salvador (el Mesías), que abrirá de nuevo las puertas del cielo. Luego, el Señor repitió esta promesa a los Patriarcas y Profetas.

8. ¿Los Patriarcas? Fueron personajes que al frente de su familia destacaron por su fidelidad a Dios, transmitiendo su promesa y cumpliendo la voluntad divina. Destacaron Abrahán y su nieto Jacob, llamado después Israel. Sus descendientes serán el pueblo de Jacob o pueblo de Israel. Dios prometió a Abrahán que le haría cabeza de un gran pueblo y que de su descendencia nacería el Mesías.

9. Moisés.- Jacob y su familia se trasladaron a Egipto, donde se multiplicaron formando un gran pueblo. Entre sus descendientes está Moisés, que elegido por el Señor sacó a Israel de Egipto y lo llevó a la tierra de Canaán prometida por Dios a Abrahán. El Señor guió a su pueblo por el desierto con varios milagros, como el paso del mar Rojo y el maná. Se presentó a Moisés en el monte Sinaí y le entregó los diez mandamientos, estableciendo una alianza con los israelitas. Ellos serán su pueblo y Él será su Dios. Con Moisés, los israelitas toman conciencia de pueblo.

B. después de Moisés

1. Jueces y Reyes.- El pueblo de Israel no siempre fue fiel al Señor. Sucedía entonces que sus enemigos les dominaban, hasta que arrepentidos acudían de nuevo a Dios que les ayudaba por medio de buenos dirigentes llamados jueces, como Samuel. Luego, fueron gobernados por reyes, primero Saúl, luego David y Salomón. David fue predilecto del Señor.

2. División y cautiverio.- Después, el reino se dividió en dos: Israel (diez tribus) y Judá (dos tribus). Hubo altibajos de fidelidad a Dios, pero más bien se extendió el mal comportamiento y la idolatría. Entonces el Señor permitió que fueran derrotados y deportados.

3. Profetas.- En estos años, el Señor elegía de vez en cuando algunos profetas y los enviaba para que hablaran de su parte al pueblo y le recordaran sus deberes. Por ejemplo, Elías y Eliseo que hicieron muchos milagros. Entre las profecías destacan las que aluden al futuro Mesías, como algunas de Isaías y salmos de David.

4. Después del destierro.- Volvieron a Jerusalén, reconstruyeron el Templo, y procuraron ser más fieles a Dios esperando la llegada del Salvador. Algunos reyes extranjeros quisieron imponer la idolatría, y hubo algunos episodios de fidelidad al Señor. Los hermanos Macabeos consiguieron defender al pueblo de estas injerencias.

5. Imperio romano.- Después, llegaron los romanos y se hicieron con el control de la zona, respetando las costumbres religiosas. Y llegó el momento de que Jesucristo naciera en Belén.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

CLARO QUE EL CATOLICISMO ES UNA MANIPULACION A CONVENIENCIA DE LOS QUE ESTAN ARRIBA , EN EL PODER,PARA PODER SACAR VENTAJA DE DELA IGNORANCIA ,ALGO DE LO QUE DIOS A ORDENADO POR SIEMPRE ES:QUE NO SE DEVE DE ADORAR A NINGUNA IMAGEN POR QUE DIOS ES UNICO ,JESUS SU HIJO AHORA REYNA EN EL CIELO Y TIERRA Y Y ABOGA POR TODOS AQUELLOS QUE NO PERTENECEN A UN LINAJE DE SANGRE , QUE PERO QUE SERAN ACEPTADOS POR MEDIO DE ELECION DIVINA Y ESA YA ESTA ACEPTADA DESDE ANTES DE QUE NASCAMOS Y NO SON TODOS .POR ESO EL BAUTISMO SE DEVE DE ACEPTAR DESPUES DE LOS 14 AÑOS PARA QUE LA PERSONA SEA CAPAZ DE ACEPTAR CON PLENA CONCIENCIA LO QUE VA SER SU VIDA EN DELANTE POR ESO LEAN LA BIBLIA COMPLETA Y NO DEJEN QUE LES LEAN LO QUE SEGUN LES AYUDA LA BIBLIA NO ES SOLO UN PARRAFO NI LO QUE DICE UN SASERDOTE ,HABRAN SU CORAZON Y CUANDO LO HGN ENTENDERAN DE QUE SE TYRATA

Anónimo dijo...

talvez no lo acepten porque estan segados ala realidad pero yo los invito habran su corazon, si quieres saber mas de mi opinion mi correo es omandujano2009@live.com.mx

Anónimo dijo...

creo que la manera de explicar la biblia catolica o no catolica no devemos jusgarla siempre y cuando sea explicada de una manera sana y referida a defender la gracia divina de nuestro creador .antes de estar ayudando al demonio criticando si es cierta o verdadera devemos ayudar al mundo y en especial a los jovenes a amar al progimo y respetarlo como no los mando nuestro creador por medio de nustro hermano JESUCRISTO.

ACTO DE ENTREGA A DIOS

Toma, Señor, y recibe mi libertad, mi memoria, mí entendimiento y toda mi voluntad, todo mi haber y mi poseer. Tú me lo diste, a Ti, Señor, lo torno; todo es tuyo; dispón de ello conforme a tu voluntad. Dame tu amor y gracia, que esto me baste.

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